Nº. Dos. Junio 2015













Gracias por la atención que estáis prestando a este pequeño proyecto, lo que nos anima a seguir adelante. 
“Sin pretensiones” está abierta a todo aquel que quiera participar con sus trabajos literarios, poéticos, artesanales, artísticos, etc., para ello no hay más que enviarlos a arrui62@hotmail.com  
Antes de incluir algo en la revista se pide autorización al autor y siempre se pública con expresión clara del nombre o seudónimo que nos indique y en su caso, si así se nos requiere, el enlace  de la página del Autor. 
Me preguntaron ¿qué objetivo tenía esta la revista? Y tuve que pararme a pensar qué contestar porque no tiene ningún objetivo más allá de reunir y dar a conocer los trabajos de personas, algunas de ellas unidas por la amistad,  con las mismas aficiones.

Miguel Ángel










Charlando sobre la palabreja a publicar en este nuevo número surge el siguiente “debate”:
¿Es poeta todo el que escribe poesía?
Mandona ella y después de protestar mi falta de interés por la palabra poeta para la sección de “palabrejas”; insiste e insiste, podría decir que persiste: “en una revista de poesía la primera palabra a tratar debe ser poeta”.
Le doy mis razones para obviarla:

Manida por la demasía en su uso.
Excesivo calificativo por hacer dos ripios seguidos.
Contraluz de lo que debiera ser la luz.

Y nada, no hay razones que valgan; mi cabezonería es la única razón y como tal no tiene sentido lo que digo. 

Me río. Cambia de táctica y con un poema de su mano me reta.(Poeta)

Así no hay manera de no transigir, que vea  que no es cabezonería, y para no dar mi brazo a torcer,  en vez de en “palabrejas” surgió  “conversaciones” para poner la “palabrilla”.

Miguel Ángel
















 
Exposición de José María Arriazu en Lumbier



Mary Carmen Vindodo Charla con José María Arriazu:

Gabarderal ( Navarra ), 58 años. Soy pintor-decorador, a los 14 años recibí el 1º premio de pintura en Navarra.


El doctor en Historia del Arte D. Juan Cruz Labeaga Mendiola dijo de la  pintura de José María después de su primera exposición:
"Utiliza el lienzo como soporte, y su estilo evoluciona claramente desde el realismo hacia un impresionismo colorista de gruesa y suelta pincelada y escaso dibujo. Las composiciones de sus paisajes gozan de una sólida estructura; destacan la verticalidad de los árboles, las logradas lejanías y los cielos luminosos. Las obras más recientes nos muestran un decidido impresionismo, técnica predilecta de éste artista en la que quiere seguir progresando.


Amigo José Mari, ¡enhorabuena! porque nos haces con tu arte más bella la vida. Te deseo muchos éxitos."



Nos encontramos en la sala del ayuntamiento de Lumbier (Navarra) donde éstos días expone  sus últimos trabajos.

 
MC:¿Contento con la exposición José Mari?

JM: Sí, muy contento, ha pasado mucha gente, más de lo que me esperaba y creo que ha gustado mucho.

MC: Cómo nace el gusto por la pintura

JM: Siempre me ha gustado dibujar y pintar. He sido pintor-decorador y me ha ayudado mucho a la hora de mezclar colores y pintar.

MC: A quién has tenido como referencia a la hora de expresarte:

JM: Mi pintura la identifico como Realista-Impresionista y como pintor referente Claude Monet y los pintores españoles del siglo XIX-XX, Joaquín Mir I Trinxet y Joaquín Sorolla.

MC: Estilo.

JM: Pintor paisajista al óleo en formato grande.

MC: Tu 1ª exposición:

JM: la 1ª oficial fué en el año 2000 en Sangüesa. En Garbaderal, donde vivo, tengo un taller-galería donde recibo a mucha gente que viene a ver mis pinturas.

MC: Que sensaciones te producen cuando estás pintando un cuadro.

JM: Me siento totalmente abstraído, de hecho la pintura me ha sacado de situaciones delicadas (ictus)...... hace 6 años que lo sufrí y a raíz de ello estoy más volcado en la pintura.
Gracias a ella, me ha servido de terapia y superación día a día.
Como anécdota la que sentí cuando pinté las bóvedas de la sacristía de la iglesia de Santiago (Sangüesa ) y pecando de vanidad me sentí  Miguel Ángel.

MC: En qué estás ocupado actualmente.

JM: Sigo pintando todos los días para ir mejorando y aprendiendo de la crítica y opinión de la gente.

MC: Nuevos proyectos.

JM: Me gustaría hacer más exposiciones y que la gente conozca mi trabajo.

MC: Muchas gracias, ha sido un placer haber hablado contigo.

JM: Gracias a vosotros. El placer ha sido mío.

Opinión personal: Hace mucho tiempo que conozco al pintor Arriazu (como él firma). He seguido a lo largo de estos años su trayectoria  artística y personal..... Puedo decir que es un gran pintor, buena persona y luchadora, con una gran capacidad de superación que muchos quisiéramos tener. 

Mary Carmen Vindodo 




Bóvedas de la Sacristía de la Iglesia de Santiago (Sangüesa) restauradas por José María Arriazu
 


José María Arriazu pintando un paisaje en una pared


 







 








No podía dormir. Se desenredó como pudo del abrazo de Santiago y salió de la cama. Santiago se acomodó y siguió durmiendo dócilmente. El orgasmo tenía en él el mismo efecto que un directo a la mandíbula y tras hacer el amor caía en un profundo y tranquilo sueño que duraría al menos cuatro o cinco horas. Ella buscó entre las sombras de la habitación algo con que cubrir su cuerpo desnudo y tanteó la alfombra con los pies hasta dar con las zapatillas. Salió del dormitorio en penumbra y sin encender las luces atravesó el pasillo hasta llegar a la cocina. Cerró cuidadosamente la puerta y encendió la luz, que parpadeó unos instantes hasta que finalmente iluminó la estancia. 

Puso a calentar un pequeño cazo de leche y mientras tanto encendió la “tablet” para ojear el correo. Mañana había convocada una nueva acción, la ocupación de una oficina bancaria al otro lado del barrio como protesta contra el inminente desahucio de una humilde familia que no podía pagar la usura del sistema. Probablemente les daría tiempo a acercarse antes de salir para la Sierra. Mañana era su aniversario y querían celebrarlo en un pequeño y coqueto restaurante de Rascafría: menú del día, catorce euros café incluido. 

Mariasun tiene 69 años. Toda su vida trabajó de abogada. Hace cuatro años que se jubiló y empezó a colaborar más activamente en los movimientos sociales del barrio. El 11 de marzo del 2011 participó en aquella histórica manifestación que lo cambió todo. Aquel día conoció a Santiago.

Mariasun está divorciada y tiene una hija a la que no ve demasiado. Abogada, como ella, se pega el día rodando por la ciudad de aquí para allí, de los juzgados de Plaza Castilla a su despacho en la Calle Goya, de la guardería de la niña a su apartamento en Sanchinarro. No entiende a su madre: ¿Qué hace una persona de su edad, ataviada con un chaleco fosforito, gritando consignas o enfrentándose a la Policía? A escondidas piensa que a su madre se le está yendo la cabeza y está sinceramente preocupada por ello. La extraña relación con Santiago no hizo sino avivar estos sentimientos. 

Hace días que Mariasun no ve a su nieta y la echa de menos. Se llama Susana y tiene tres añitos recién cumplidos. Mañana Susana se vendrá con ellos a Rascafría. Santiago y Susana se llevan muy bien. Siempre consiguen arrancarle una sonrisa cuando juegan, son como dos niños alegres y despreocupados y ella saborea esos instantes con regocijo. 

Santiago tiene 66 años; es viudo y sin hijos. Su esposa murió hace dos años tras una larga y penosa enfermedad, enfermedad que no solo se llevó a a su amor sino también los mejores recuerdos de toda una vida, su ilusión y su sonrisa. Toda la vida trabajó como operario en una fábrica de muebles. Sindicalista precoz, cristiano de base, siempre estuvo implicado en las luchas sociales. 

Al poco de jubilarse se celebró aquella histórica manifestación del 11 de marzo. Allí conoció a Mariasun. Desde entonces la sonrisa va volviendo a su rostro. Cuando juega con Susana recupera carcajadas, inocencia y vida. Susana, “la Ratoncita” como le gusta llamarla, le ha devuelto la infancia casi olvidada; y su abuela Mariasun le ha devuelto la juventud y el fuego pasional de la adolescencia. Su vida se ha vuelto del revés. Hace ya un año que no se pregunta qué coño hace él aquí. Hace un año que sabe lo que quiere. El otoño de sus días se disfrazó de primavera y goza de cada segundo de cada día.

Santiago imparte cursos de ebanistería para adultos en la parroquia. A Mariasun le enamora su forma de acariciar la madera, el esmero con el que pule las piezas, su habilidad para resaltar la veta y los dibujos de cada tronco, de cada tabla. Le encanta perderse entre los olores que él desprende: aroma a madera, a cola de carpintero, a barniz, a hombre que trabaja. 

Mariasun es la secretaria del grupo. A Santiago le fascina su manera de expresarse, la vehemencia en sus convicciones, la profundidad de sus reflexiones. Santiago puede estarse horas escuchándola en las asambleas, moviendo afirmativamente la cabeza de vez en cuando, prendado del fuego hipnótico que transmite su mirada, deseándola apasionadamente. 

Mariasun vuelve al dormitorio tras tomarse su taza de leche. Se despoja de su bata y se acuesta junto a él, buscando su calor de hombre entre las sábanas frías. 

.- ¿Dónde te habías metido? – Masculla él casi susurrando.

.- He ido a por un vaso de leche. – Contesta ella mientras sus manos buscan su cintura. – Ven, dame calor. Hace frio ahí fuera.


Él la rodea con su brazo y la acerca hacia sus labios. Se atan lenguas en la oscuridad, se arriman cuerpos desnudos, se anudan las piernas y se encadenan los corazones. El acaricia sus contornos, buscando la veta de sus confines. Ella se deja llevar y se mece suavemente ante sus mimos. Nieva ternura entre las espirales del deseo, elipses y parábolas, circunferencias y bucles que desean ser encontrados. Órbitas que se contorsionan, ondas de mar en calma y rizos arqueados abarrotan los espacios y los tiempos en aquel lecho insaciable. Y finalmente la inflexión y la tregua, el beso dulce de la despedida “hasta mañana”, y el abandono al sueño que los aleja del mundo y los acoge. 

Silencio en el cubil del amor nuevo. Los “yayoflautas” reposan. Mañana, de nuevo, volverán a la ofensiva.

Juan Goñi.
18/02/2014



 


 




Homenaje al botijo y al alfarero en Ocaña (Toledo)


Las chucherías de Mariela


 














ROSA ALEJANDRINA

 Vivo en el hechizo de una caverna, algo me impide el acceso de la luz, algo hace que no perciba el cuerpo. Estoy suspendida en la nada en el incierto. Temor y deseo, de ser expulsada de ese útero, frío y atemorizante que me retiene. Ansías de descubrir....

¿Qué y quién soy?... 

Nada entre la nada, eso seré en este universo, donde no existen fronteras y tampoco formas y voces. Tiemblo, algo me arranca de mis pensamientos, también de la oscuridad en la que estoy sumida, negrura que me aterra y al mismo tiempo me protege. 

Aterrorizada!..Un aliento cerca, lo percibo desde mis pétalos hasta mis raíces, de pronto una irradiación me enceguece, un sol dorado y poderoso me abraza, por fin logro distinguir y con sorpresa y pavor me descubro flor. El renacimiento a esta nueva vida y un jardinero me susurra: 

-Qué bella eres-. 

El descubrimiento de tener nombre y apellido... 

-Rosa Alejandrina-, repite su voz cálida, mientras absorbe mi perfume. Tengo un nombre, color, perfume, mi tallo es largo y brotan hojas muy verdes de mis extremidades. Había una salida, el instinto siempre residió en mí, inclusive en la mas inhóspita de las sombras y de la inocencia que me entrelazaba a una nueva forma de vida. Un sexto sentido, siempre lo anunció, sin una cabal conciencia. Tenía vida, a pesar de residir enajenada en la nada. 

-Rosa Alejandrina, pequeño pimpollo.- 

Él acariciaba mis pétalos que se abrían a su contacto, quebrándome de amor. Nunca mintió, mis pétalos eran y son suaves aterciopelados, amarillos y festoneados por un rojo carmín. 

Todo era y es inédito. 

La brisa que sacude mi cuerpo frágil. 

Tomo conciencia de que he sido dejada en un colchón de hierba muy verde, mientras mi padre...¿Será mi padre, el jardinero?. Cava y cava, y luego me toma de la cintura, limpia mis pies de hierbas malas y las raíces jóvenes son acomodadas con infinita delicadeza en la tierra, que se siente húmeda fresca y reparadora, no siento temores, sólo el sol cubriéndome, todo brilla en ese lugar y hay otras como yo, pero de distintos colores y aromas que embelesan. El sonido claro y tranquilizante del agua es celestial.
Sonrió, he llegado al Jardín del Edén. Me visita un colibrí y absorbe mi néctar, con tanta suavidad, es tan brillante, iridiscente, me hace parpadear su aleteo constante, ave hermosa.
Soy como Alicia en el país de las maravillas, poderosa, de mí eternamente enamorada y mágica. Todo me hace temblar y llorar, a veces reír en este mundo físico, en la que soy una "Rosa-diosa" con infinitas y facetadas caras al resplandor. El bienestar es parte de mí. Las espinas me protegen, son como espadas contra depredadores, que más de una vez perturban mi descanso, cuando percibo sus pasos atemorizantes en el césped. 

Toda esta alegría, se empaña por la angustia, percibo peligro inminente, pero no hay pasos, sólo el sonido de algo que rueda, está lejos aún. 

De pronto aparece un carruaje antiguo, sórdido, maléfico, cargado de seres que no logro distinguir. Escucho sus voces siseando. 

Grito, grito....pido auxilio hasta quedarme ronca. Mi padre no aparece....Jardinero. Ayúdame....
Un dolor agudo, terminal, cruel me arranca del Edén. Soy extirpada y arrojada a un trampolín, salto a un espejo oscuro donde la nada se cristaliza y todo es lanzado a la feroz fuerza de las transformaciones. 

Efecto perturbador que produce el desarraigo que me invita a la desobediencia, la rebeldía. Y a pesar de mi resistencia me lleva a esa nada que ya conocía, la que me aterroriza y de la qué pensé había sido rescatada. 

La nada siniestra que paraliza, tiemblan mis pétalos, mi cuerpo se sacude en espasmos de pánico. Mis manos, esas hojas verdes y delicadas, apenas las presiento. Los amos de la noche, estiran mis raíces empujándome a un abismo en forma de embudo sin tiempo. 

Anestesiada exiliada de la espiritualidad, de aquel Edén. Un sudor frío corre por mis tallos, me humedece, son mis lágrimas de rocío. Rehén en un mundo distante de la acústica y la armonía. Es como si me consumieran los infiernos, tal vez está caída sirva para ascender. Cómo ascender, si no hay escaleras, ni tierra, ni agua, ni nada para crecer... 

Imposible huir del monstruo de tres cabezas, que custodia la salida. Inquieta, trato de desintoxicar mi mente y recordar al jardinero. El que me contuvo con su amor....pienso en él, ya no siento frío, ni miedo, sólo el calor de su ternura, de sus cuidados en un jardín de vida.
Una lumbre roja, azul, naranja, se enciende ante mí. Paredes pulidas resplandecientes, metálicas como espejos dejan a los fantasmas del espanto al descubierto  duplicados y a la vez fragmentados, desnudos, opacados sin poder. 

Esos espectros eran parte de mí, parte de la esencia. 

En mi poder de liberarlos, encontré la libertad.

Alejandra Arqués Arranz

 

 

 







Avelinos.

Confecciona una gran variedad de trabajos con sus manos, trabaja el cuero, fabrica cuchillería, etc.
Realiza encargos de cualquier tipo y personalizados.
Para contacto con Avelinos este es su blog: http://avelinos.blogspot.es/5




 




El Voto compensatorio. Redefinición del contrato social. 
Francisco Tomás González Cabañas 




 



 

 



 











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Elaboración y contenido:

Mary Carmen Vidondo

Miguel Ángel S. L.





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Edición y formato

@ Miguel Ángel S. L. (Ángel Saguar)

junio 2015




















































































































1 comentario:

  1. Y llegó en nº 2 y sorprendió!!! Continente y contenido mejorando en cada nueva entrega.
    Una vez más felicitaciones
    Etga

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